...solo importaba jugar con mis amigos, que el juego no acabara nunca, no existía la traición ni los resentimientos, acercarse a alguien de diferente sexo, tanto para niños como para niñas, era mortal, la curiosidad era una cosa tan linda con el propósito de saber y no de chismear y herir a alguien, el saber por que eran así los adultos y decir que no ibas a ser como ellos era de ley, el siempre pedir ayuda y compartir era básico en nosotros y no tener orgullo no vergüenza, la "bas" te salvaba de muchas cosas, con cubetas y bomberos evitabas que siguieras en peligro, enojarte con un amigo era lo más cruel que había, no había criticas ni hipocresía si no consejos y no existía el dolor.
Ahora es todo lo contrario, si alguien te cae mal no lo ignoras si no que a demás tratas de hacerle daño, chismeas y pones veneno contra todos a tu beneficio, traicionas a tus amigos/as por tu novio/a o el chavo/a que te gusta y no crees lo que te dicen por defenderlo/a aunque solo quieren lo mejor para ti, ese niño o niña al que no te le acercabas por que era radioactivo ahora lloras por que no te hace caso, eres egoísta, le temes al que dirán, y creas una pared que esconde quien eres y que quieres.
Ese niño esta dentro de ti, entristecido, solo, lo has olvidado, lo has apartado y te ha creado una personalidad vaga y sola sin emoción; sin vida.
Yo quisiera volver ahí, a mi infancia, pero lo que vives día a día es parte de crecer, aprender y superarte, aunque duela aceptarlo. Romperte la madre, equivócate, cae, levántate, fracasa, supérate y sigue adelante.
Y siempre, antes de caer, ya te debes estar levantando.
Ahora es todo lo contrario, si alguien te cae mal no lo ignoras si no que a demás tratas de hacerle daño, chismeas y pones veneno contra todos a tu beneficio, traicionas a tus amigos/as por tu novio/a o el chavo/a que te gusta y no crees lo que te dicen por defenderlo/a aunque solo quieren lo mejor para ti, ese niño o niña al que no te le acercabas por que era radioactivo ahora lloras por que no te hace caso, eres egoísta, le temes al que dirán, y creas una pared que esconde quien eres y que quieres.
Ese niño esta dentro de ti, entristecido, solo, lo has olvidado, lo has apartado y te ha creado una personalidad vaga y sola sin emoción; sin vida.
Yo quisiera volver ahí, a mi infancia, pero lo que vives día a día es parte de crecer, aprender y superarte, aunque duela aceptarlo. Romperte la madre, equivócate, cae, levántate, fracasa, supérate y sigue adelante.
Y siempre, antes de caer, ya te debes estar levantando.
Me gusta! Creo que me hisiste razonar mucho...
ResponderEliminar:) Me alegra que te haya dejado algo.
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